SUEÑO ANTIGUO

SUEÑO ANTIGUO

NOTA DE CABECERA:
Tardé muchos años en encontrar en encontrar el significado de este Sueño, y ya lo tenía olvidado, pero hoy, por la mañana temprano, al levantarme de dormir y asomarme a la ventana, volvió a mi Mente el recuerdo de el, en su esencia, en su contenido, casi como si lo hubiese soñado en la noche. Y, entonces, comencé este escrito, que ya más avanzado, tuve que dejar por haberse evaporado la respuesta.
Esta mañana, ya día 8, la solución o contestación e interpretación del mismo, vino a mi en la forma expuesta en este escrito.
Por razones de espacio para publicar, lo divido en dos partes.

PARTE PRIMERA.

En este momento, asomado a la ventana de mi dormitorio, recién levantado de dormir,
me llega un pensamiento, más bien lejano recuerdo, a la Mente. Es el de un Sueño o pesadilla que tuve en muchas ocasiones, mientras dormía, claro, en mi juventud.

¿Porqué ahora?
¿Acaso mi Mente, mi Algo, estuvo esperando hasta este preciso instante que considere que ya estoy en conocimiento de poder interpretarlo correctamente? Tal vez sea así.

Veamos. PRIMERO EL SUEÑO, del que ahora volvió a mi mente su recuerdo. Era más bien una pesadilla cruel, que se repetía con frecuencia incontrolada.
Soñaba que me encontraba sentado sentado en el alféizar de una ventana, bastante estrecho y por la parte de afuera, por su vertiente hacia la calle, y a una elevada altura, de, tal vez, seis o siete pisos o más.
Era siempre de día. La ventana, por la parte de adentro estaba cerrada totalmente con la persiana bajada, aunque en ocasiones menos inquietantes, estaba levantada y a través de los cristales, intuía el interior del dormitorio, deseando, apremiantemente, entrar y encontrar lo que parecía la seguridad y la salvación.
Yo no podía moverme en absoluto, porque sabía que irremediablemente me caería hacia la calle. Solo era capaz de dirigir, con sumo cuidado, mis ojos hacia abajo, hacia el frente o hacia el azul, en ocasiones, del cielo.
Cuando miraba hacia abajo, veía, apesadumbrado, todo lo que sucedía en la calle. Al mirar al frente, mi visión se prolongaba muy lejos, en una lontananza sin fin. Era una visión sin fin, que no me daba miedo y me hacía sentir bien, todo lo contrario que si miraba hacia abajo.
El Sueño, era una pesadilla terrorífica y un inmenso temor a caerme y morir destrozado. Pero, curiosamente, cuando miraba hacia el cielo azul, mi miedo desaparecía como por ensalmo y sentía una gran quietud y tranquilidad. Algo dentro de mi me decía que tranquilo, que no habría problema.

Este Sueño se repetía con mucha frecuencia durante un momento de mi Vida y de mi juventud. Y desconocía por completo su significado e interpretación, a pesar de buscarlo.

Hoy parece que encontré la interpretación del mismo, y esta parece ser así:

INTERPRETACIÓN:

Estoy sentado en el alféizar de la ventana por la parte de afuera, la vertiente que da a la calle. La ventana, por dentro está totalmente cerrada, lo que viene a decir que no me queda más remedio que correr con lo que tengo. Pero algunas veces aparece con la persiana levantada y aunque cerrada, tengo tenues vistas hacia el interior del dormitorio. Y se, en el sueño, que adentro, en mi dormitorio estoy más bien seguro, protegido en cierta medida. Pero no puedo volver entrar y ello implica tener que tomar una decisión rápida, resolver mi situación.

Así que sigo sentado, en la altura, en la parte exterior de la ventana, con un gran temor a caerme y destrozarme. ¿Mi vida pende de un hilo?

Si miro hacia el frente estoy relativamente tranquilo. Veo un horizonte sin límites, sin casi fronteras. Y no tengo miedo, lo que viene a decir que el Camino a seguir, aunque parece fácil de recorrer, puede ser tortuoso y complicado de seguir, pero también en la esperanza de encontrar nuevas formas, nuevos Conocimientos y Métodos de Vida.

A pesar de la altura y no tener asideros tangibles donde asirme, me siento un tanto seguro. Se que mientra mire al frente, no me caeré, porque estoy casi viendo, presintiendo, una parte de mi Futuro por conocer. Estoy BUSCANDO UN CAMINO.

Pero cuando miro hacia abajo... entonces todo cambia y siento un terrible miedo a caerme. Si, allí, abajo en la calle, está casi oscuro y envuelto en una claridad difusa, como cuando pretendes mirar a través de una vidriera que solo deja pasar algo de luz con algún colorido y, lo más parecido a figuras diluidas, fantasmagóricas y distorsionadas sin contenido claro.

Allá abajo están los temores, el miedo, las fobias, el peligro y, alguna que otra esperanza de Supervivencia.
Abajo está la Vida diaria, con sus dichas y desdichas, con sus felicidades y malos momentos, con sus avances y sus paradas. Con sus Verdades y sus Mentiras. Si, todo está allí.

Abajo, a nuestros pies, en tierra firme, está... ¡`LO CONOCIDO!

FIN DE LA PRIMERA PARTE.
CONTINUARÁ.

Madrid, a 7 de Mayo de 2.014
Tony Garal.

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DEDICATORIA.
Es mi deseo dedicar este escrito a dos buenas amigas, psicólogas:
La señorita Lina Valderrama, de Callao – Lima (Perú) y la Señorita, o tal vez señora,
Anna Mena, de Ciudad de San Juan (Argentina)
Con mi más respetuoso cariño, para vosotras, mis queridas amigas.
Tony Garal.