lunes, 10 de febrero de 2014

UNA BREVE Y REAL HISTORIA. (RELATO VAMPIRICO) CAPÍTULO VII Segunda Parte: En Polonia.


UNA BREVE Y REAL HISTORIA. (RELATO VAMPIRICO)

CAPÍTULO VII

Segunda Parte: En Polonia.

En el Capítulo anterior: “...ni el Voivoda ni nadie, conocían su verdadero aspecto... como Vampiro...”

CENA Y CONVERSACION CON EL VOIDOBA.

A las cinco de la tarde, el Mayordomo del Voivoda, se personó en los aposentos del Conde de Nacht, para informarle que a las seis en punto, el Gobernador en persona iría a buscarle para acompañarle al pequeño y acogedor comedor donde celebrarían la cena.
Y así fue. A las seis en punto, el Voivoda hizo acto de presencia en los aposentos del Conde:

-Amigo mío, le dijo con una sonrisa servil, esta será una cena ligera e informal, pues comprendo que, tanto usted como su séquito acusaran la fatiga del largo viaje.
- Agradezco tu preocupación por mi persona, amigo Alojzy. Ciertamente que a mi y a mi séquito, nos vendrá bien un descanso. Así que la conversación que debo mantener contigo, la aplazaremos para mañana en la mañana...
- Lo que usted ordene, señor Conde. También quiero decirle, que mañana noche, daré una gran cena, en honor a su Excelencia, invitado muy especial.
El Conde asintió ceremoniosamente...

Al Conde le acompañaron en el viaje desde su castillo medieval de Flackker, en Zwettl, Austria, el Coronel Comandante en Jefe de la Guardia del Castillo, un capitán al mando de la escolta personal del Conde, uno de sus Administradores y su Mayordomo personal y cuatro sirvientes. En el traslado a Polonia, la comitiva la componían el lujoso carruaje tirado por cuatro caballos donde viajaban cómodamente el señor Conde, el Coronel Comandante, el Administrador y el Mayordomo. Delante en otro carruaje menos lujoso, pero también cómodo, viajaban el capitán y cinco de los soldados de la escolta personal del Conde. Detrás del carruaje de este, iba otro en el que viajaban los siervos que le acompañaban. Cerraba la marcha el carruaje con un cabo y otros cinco soldados de la escolta personal. Ni que decir, que todos los carruajes, llevaban dos conductores.

La cena, consistió en una entrada de sopa o barszcz (sopa de remolacha), golonka (codillo de cerdo), así como un postre de makoviec (pastel casero de semillas de amapola), setas en salsa dulce, frutos del bosque, nueces y miel. Todo ello fue regado con buen vino francés y otro de no menor calidad, procedente de los viñedos y bodegas que el Voivoda poseía en Hungría. Y para finalizar un digestivo y fuerte vodka, que aunque en aquel entonces era una bebida de las clases bajas, al Voivoda le encantaba y nunca faltaba en su mesa como colofón a una buena comida o cena. Tampoco faltaba el eau de vie de cognac, bebida creada, en 1636, por los bodegueros de esta pequeña localidad cercana a Burdeos, al destilar toda su cosecha y guardarla en barricas de roble, para no pagar los impuestos. Sin pretenderlo, habían creado la noble bebida francesa que mas adelante, seria conocida y famosa en todo el mundo.
Fue una excelente y exquisita y muy sabrosa cena, que de ligera no tenía mucho, salvo si contamos con que los polacos eran buenos degustadores culinarios.
El Gobernador y Jefe Militar de Rawa, Alojzy Warikowicz, tenía fama de ser un magnifico anfitrión y un sibarita del buen yantar y sobre todo de los excelentes vinos que siempre estaban en su mesa...

Después de cenar, pasaron a un saloncillo adornado con recios muebles de maderas nobles y unos cómodos sillones. Tampoco faltaban magnificas pinturas al oleo y dibujos de gran calidad, adornando los sólidos muros de la estancia, que también disponía de cuatro grandes ventanales con vitrinas de estilo gótico. Adosadas a las paredes había cuatro grandes lámpara en bronce labrado, con seis bujías o velas grandes cada una, que daban una gran iluminación a la salita.
Durante una hora larga, y mientras saboreaban el fuerte vodka, hablaron de temas intrascendentes. Luego se retiraron a sus aposentos para disponerse a pasar la larga noche.

FIN DE LA SEGUNDA PARTE
DEL CAPÍTULO VII.
CONTINUARÁ.

En este Capítulo, voy a hacer una excepción, y dedicárselo a dos maravillosas Damas de gran Inteligencia, conocedoras de la Mente Humana, y que me honran con su preciada amistad: Las
Señoritas Lina Valderrama de Perú y Anna Mena de Argentina. Quedo incondicionalmente agradecido a las dos, por la ayuda que me brindaron, con cariño, en anteriores momentos que
sufrí de pereza mental.

Madrid, a 7 de febrero de 2.014
Tony Garal.

Twitter: @TonyGaral
Google +:





No hay comentarios:

Publicar un comentario