Qué
joven era yo cuando realicé este escrito en el Año 1.969
AÑORANZA,
MELANCOLIA, PENSAMIENTOS...
Me
habló la quietud de la noche cuando mi alma estaba serena.
Me
habló con palabras de nostalgia y también con recuerdos de un ayer,
que -
hicieron
sentirse melancólico a mi corazón.
Y
el corazón quiso hablar, y no pudo.
¿
Cómo, si solo podía añorar, pues tan grande era tu ausencia...?
Y
una dulce sensación, mezcla de melancolía y añoranzas de un feliz
pasado, que
sin
ver
sentía,
se adueñó de todo mi ser, haciéndome flotar en las brumas de un
hermo-
so
sueño.
Un
soñar despierto sin soñar.
Solo
sentir,
o mas bien,
una agradable sensación de melancólica añoranza.
Un
pensar
en ti
en el tiempo y un amarte
en mi silencio...
Y
por mi mente pasaron en rápida visión todos y ninguno, a la vez, de
los tan feli-
ces
momentos que a tu lado había vivido....
Añoranza,
melancolía, añoranza...
Y
el deseo de tu amor vive en mi.
Y
oigo tu voz sin palabras.
Y
veo tus ojos serenos, tan llenos de amor.
Y
mi alma viajera, vuela otra vez en el tiempo.
Y
no se donde está:
Si
antes, ahora o después...
Pero
si, siempre, en todo momento, cerca de ti, mi amor.
¿
Cómo podría ser de otra forma ?
¿
Acaso el halo invisible de mi amor te abandonó un solo instante ?
¡
No !
Aunque
yo esté lejos, o no esté, él, siempre estará a tu lado como
ángel pro-
tector.
Guardándote
con la espada invencible de la esencia de mi amor...
Y
la quietud de la noche siguió hablándome.
siguió
hablándome y me habló de ti.
Y
después me dijo:
"Sigue
adelante en tu lucha. Sigue, porque vencerás. Y tu final será ella,
que es-
tará
esperándote llena de sagrado amor para ofrecértelo a ti, el
vencedor".
Y
volví a sentir añoranza y deseos de correr para alcanzar mi meta: ¡
Tu Amor !
Y
la quietud volvió a hablarme.
Y
me dijo: "No debes correr. Debes andar
lento, con calma, para ganar todas -
las
batallas..."
Y
voló mi pensamiento.
Y
estuve a tu lado sin estar.
Y
en la fracción de un instante, fui feliz en aquel mundo irreal...
Pienso
en ti.
Voy
y vengo.
Corro
por los anchos caminos de la imaginación y del ensueño hasta ti.
Te
aprieto entre mis brazos.
Y,
sumergido en el mar tranquilo de tus ojos, beso tu boca con pasión,
embria-
gándome
con el suave y dulce néctar de tu amor.
Y
después vuelvo a la realidad; a la triste realidad.
Sin
ti.
Es
un ir y venir.
Voy
y vengo...
Y
gruesas lágrimas de amor se desprenden de mi corazón, que llora
porque quie-
re
estar siempre a tu lado.
Y
cada lágrima es la firme promesa de llegar.
Y
cada recuerdo es una lágrima. Y la añoranza un lánguido llorar...
Voy
y vengo y estoy sin estar.
Es
un continúo flotar buscando el puerto seguro de tu amor.
A
veces, estoy muy cerca.
Y
otras ¡ tan lejos !, que no sé como llegar...
Añoranza,
melancolía...
¡
No te puedo olvidar !
No
puedo ni quiero olvidarte.
Y
pienso en ti a cada instante.
Y
al pensar siento nostalgia...
Y
entonces vuelvo a buscarte para otra vez ser feliz a tu lado.
Y
cuando ya soy dichoso de contemplarte con ojos henchidos de amor,
siento el
temor
de perderte y sufro con profundo dolor.
Y
mi alma, desesperada, quiere robarla a tu corazón ese cariño que
tan celoso -
me
ocultas y que solo a mi ha de pertenecer; porque tus ojos serenos me
lo dicen.
Mas
no quiero ser ladrón de amor, pues si el ya es mío, a mi vendrá.
¿
Cuándo ? No lo sé. Pero será.
El
Destino lo dirá.
Madrid,
a 31 de Octubre de 1.969
Escrito
por,
Tony
Garal.
Al
final del escrito viene una simple dedicatoria: A DELIA.
Reconozco
que estuve muy enamorado de ella. Pero solo fue
una
más.
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